En las culturas Precolombinas del Perú el oro era considerado como el Corazón de la Tierra y nunca fue usado como medida de intercambio. Otros materiales como el mullu (molusco de aguas calientes) o los textiles, si tenían valor comercial.
Por eso, cuando los conquistadores españoles con Pizarro a la cabeza ,saquearon templos y palacios y los despojaron de todo el precioso metal que contenían, no causaron la ruina económica de los Incas, pero si su ruina Cultural pues era en ese metal que estaban hechas las más importantes representaciones de dioses, señores y motivos míticos y de la liturgia.
Pizarro, Almagro y demas seguidores, cuando partieron de Panamá rumbo al Perú tenían una sola idea fija: el oro; y fue en función de esta obsesiva codicia que conquistaron, mataron y destruyeron una cultura dotada de un tipo de organización social infinitamente superior a la europea
Pero el oro, del que se apoderaron en inmensas cantidades , no era igual que en otros lugares, ya que nunca en el Perú se hicieron objetos en oro puro; siempre se lo empleó en aleaciones con plata o cobre , una técnica denominada "tumbaga" cuyas principales ventajas son su bajo punto de fundición, la mayor dureza en el acabado, y una mayor cantidad de metal con apariencia de oro puro
(La medida de la aleación era, aproximadamente, de 75% oro, 15 de plata y 10% de cobre)
Este oro se utilizaba para fines funerarios, ceremoniales y de uso personal.
La la técnica mas usada para la fabricación de estos objetos fue el trabajo de láminas por martillado, para luego ser modeladas y/o repujadas.
Los objetos para fines funerarios son los que adornan al fardo funerario como máscaras, pecheras y tocados.
Entre los de uso ceremonial estaban los tumis (cuchillos), sonajas, copas, esculturas.
Los objetos de uso personal son los más numerosos, y es que, no vacilaban en adornarse de objetos de oro de pies a cabeza.
Así con oro fabricaron sandalias, brazaletes, orejeras, pecheras, coronas, collares, canilleras, gargantillas, narigueras, cetros y muchas cosas más.
Es interesante destacar que , a diferencia de kas costumbres europeas, el oro no pasaba a otras manos por herencia, sino que su dueño y señor se llevaba todo con él a su tumba Por eso, la mayor cantidad (sino la totalidad) de objetos de ese metal expuestos en museos o colecciones particulares, provienen de tumbas.
Según los últimos avances en la investigación arqueológica, el hallazgo más antiguo de oro se produjo en Waywaka, una pequeña comunidad ubicada cerca de la ciudad de Andahuaylas (sur del Perú). Su descubridor, Joel Grossman, encontró finas láminas de este metal, junto con las herramientas necesarias para su fabricación. Fechó su descubrimiento, alrededor del 1,500 a .C.: (hace más de 3,500 años).
La cúspide en arte y técnica no se logró con los Incas (1450 d.C.), sino mucho antes, con los Moches (200 d.C.). Esta nación logró el más alto grado de desarrollo y nos ha legado la mayor cantidad de pieza de oro , como son los ornamentos del Señor, el Viejo Señor y el Sacerdote de Sipán.
fuente: Oro de América
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