domingo, 1 de mayo de 2011

TAO




Antes aun que el cielo y la tierra
ya existía un ser inexpresable.
Es un ser vacío y silencioso, libre,
inmutable y solitario.
Se encuentra en todas partes
y es inagotable.
Puede que sea la madre del universo.
No sé su nombre, pero lo llamo Tao.
Si me esfuerzo en nombrarlo
lo llamo "grande".
Es grande porque se extiende.
Su expansión lo lleva lejos.
La lejanía lo hace retornar.
El Tao, pues, es grande y el cielo es grande.
La tierra es grande y también lo es el hombre.
El hombre sigue la ley de la tierra.
La tierra sigue la ley del cielo.
El cielo sigue la ley del Tao.
El Tao sigue su propia ley


Tao Te King - capítulo 29




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