En un post anterior vimos como el mito (o el recuerdo) de un antiguo y gran diluvio está presente practicamente en todas las tradiciones de los pueblos de la América precolombina.
Pero las referencias a un antiguo cataclismo acuático no se limitan solo a América.
En el sudeste de Asia, por ejemplo, en las montañas boscosas de la península de Malasia , un pueblo originario; los chewong cree que cada cierto tiempo su mundo se ha vuelto boca abajo, siendo inundado y destruido por el agua.
También al norte de Tailandia, en Laos, un país donde la total ausencia de influencias extranjeras ha ayudado a conservar vigorosamente las antiguas tradiciones; se conserva la leyenda de unos seres denominados Thens, que causaron el fin de una era, originando un diluvio del que solo se salvaron tres hombres y varias mujeres a bordo de una embarcación
Similares tradiciones encontraremos entre los karins de Birmania y en Vietnam, dónde a la supervivencia de la pareja humana (hermanos en este caso), se le agregan parejas de cada especie animal.
La tribu moussaye en Chad, Africa, contiene en su mitología referencias a una familia, habitante de un remoto lugar, dónde la madre al preparar el alimento usó el mortero con su palo de moler a fin de moler el grano ; pero en aquél tiempo el cielo estaba muy cerca de la tierra, de modo que si se alargaba apenas la mano, ya podía tocarse, .y ocurrió que la mujer, al moler, se descuidó y alzó el palo tan alto que hizo un gran agujero en el cielo .Entonces comenzó a caer en la tierra mucha agua. No era una lluvia normal. dice el relato; llovió durante siete días y siete noches hasta que toda la tierra quedó inundada . Conforme caía la lluvia, el cielo se iba elevando , hasta que llegó a la altura que ahora tiene. Desde entonces los hombres perdieron el privilegio de tocar el cielo con las manos.
Según el relato del Shatapatha Brahmana, de la India; un rey :Svayambhuva Manú, (el primer hombre para la mitología hindú), fue advertido por una encarnación de Visnú en forma de un gigantesco pez (Matsya Avatar). de la futura llegada de un diluvio. Gracias a este aviso, Manú pudo construir una embarcación que le salvó la vida. El diluvio hindú fue tremendamente devastador, ya que el agua no provenía de las nubes de este planeta, sino que se trataba de una creciente de un océano que se encuentra en el fondo del universo.
La mitología hindú todavía preveé futuros diluvios purificadores de la humanidad.
Si buscamos en el antiguo Egipto; el Egipto faraónico, encontraremos varios mitos y leyendas relativas al gran diluvio .
En el Libro de los Muertos (o «Libro de la Salida al Día»), un texto funerario del Antiguo Egipto, utilizado desde el comienzo del Imperio Nuevo, el dios Toth sentencia en el capítulo CLXXV: “… voy a destruir todo cuanto he creado. La Tierra se hundirá en el mar por medio de un diluvio, y su superficie aparecerá lisa como en tiempos pretéritos…“
En Capítulo CLXXIV del mismo Libro de los Muertos ,el dios Atón, dice:
(...) han destruído secretamente cuanto has creado (...) esta Tierra ha desaparecido con el alba de la existencia, en el océano del cielo (Diluvio), surgiendo del Caos de los primeros tiempos.
Otros documentos provenientes de varias tumbas reales del Reino Nuevo, expresan el tema del castigo contra la Humanidad por parte de los dioses Ra y Hathor.
Los textos cuentan que a Ra (en esta versión del mito es un dios solar activo), descendiente de Nun (las Aguas pre-creacionales), ante quien se inclinaban las Dos Tierras, le llegó la noticia de que los hombres estaban planeando una conspiración contra su soberanía divina. Ra inmediatamente convocó a las divinidades principales de las Enéadas para inquirir en su sabiduría. Para ello, se hizo presente el Ojo, Shu, Tefnut, Nut y Gueb.
El consejo decide llamar a la diosa Sejmet, "la leona poderosa", aquella que se deleita con la sangre de sus víctimas, para destruir a los hombres. Sin embargo, Ra se compadece de la Humanidad y le pide a Hathor que tome una mandrágora y con ella forme licor en muchísimas cantidades, a saber siete mil jarras de cerveza (o vino), para inundar los campos. Mediante el ardid de verter el licor sobre la tierra detuvo aquella conspiración contra la clase divina y real e hizo creer a la sanguinaria Sejmet que era la sangre de los hombres, salvando de esta manera a la raza humana.
En otro relato el del "Mar voraz", que data de la Decimoctava Dinastía se cuenta como las aguas cubrieron la tierra de Egipto.
Ptah había prometido a la Tierra que la casaría con el Cielo; ésto hizo muy feliz a la Tierra y dio alabanzas al dios. La situación encolerizó al Mar, quien también reclamó casarse con la Tierra. Ptah se vio en un brete: ahora debía manejar la situación con cautela para mantener el orden cósmico. Para tratar el caso, propuso construir un trono tan alto que rivalizara con los Cielos, a los cuales el Mar debía subir. Este alcanzó rápidamente el trono y se apoderó de las cosas valiosas; Egipto yacía inundado. Ante esta catástrofe los dioses convocaron a una asamblea; decidieron llamar a la diosa extranjera Astarté para que los librara. Ella accedió y, mediante su lujuriosa belleza, logró llevarse al Mar tras de sí. De esta manera fue como se retiraron las aguas de Egipto
También :en la mitología helénica se habla de un gran diluvio, en este caso provocado por la ira de Zeus.
Poseidón, por orden de Zeus había decidido poner fin a la existencia humana, por haber aceptado el fuego que Prometeo había robado del Monte Olimpo. Deucalión y su esposa Pirra, hija de Epimeteo y Pandora, fueron los únicos supervivientes. Prometeo le advirtió a su hijo Deucalión para que construyese un arca en la que introdujera una pareja de cada animal, de forma análoga a la historia bíblica, y así sobrevivieron.
Tras nueve días de lluvias, cesó el diluvio , y una vez que se secó la tierra y las aguas retrocedieron al mar, el arca de Deucalión se posó sobre el monte Parnaso, en donde estaba el oráculo de Temis Deucalión y Pirra entraron en el templo para que el oráculo les dijera qué debían hacer para volver a poblar la Tierra, y la diosa sólo les dijo: : "Retiraos del templo y velaos la cabeza, y soltaos vuestros ceñidos vestidos, y los huesos tras vuestra espalda arrojad de vuestra gran madre." Si bien Deucalión y su mujer quedaron un tanto confundidos en un principio por estas palabras, es Pirra quien deduce que cuando Temis habla de “vuestra gran madre” se refiere a Gea (La Tierra), y los huesos de ésta deben ser las piedras. Así es como entonces Deucalión y Pirra comprenden que deben arrojar hacia atrás las piedras para que renazca la humanidad
De esa forma, las piedras arrojadas por Deucalión se convirtieron en hombres, y las arrojadas por Pirra en ninfas
(Continuará)
http://www.alconet.com.ar/varios/mitologia/leyendas/egipto_y_el_diluvio_universal.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Diluvio_universal#La_historia_del_diluvio_en_Mesopotamia
http://eltamiz.com/elcedazo/2010/04/05/mitos-leyendas-y-otros-desvarios-el-diluvio-primera-parte/
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