jueves, 12 de julio de 2012

EL JADE: ESENCIA DEL CIELO Y LA TIERRA


quimera de jade, siglo XVII - China

 
En la milenaria cultura china, el jade fue considerado por mucho tiempo como infinitamente más precioso que el oro; hace 8.000 años  era visto como un don sagrado, la esencia del  Cielo y la Tierra; el  símbolo de la civilización china.
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El más famoso de los jades de China fue el denominado He, cuya historia se remonta al año 700 a.n.e, cuando un hombre llamado Bian He, del estado Chu, vio a un ave fénix sobrevolar el pico de la actual reserva montañosa de Shennongjia.
 Aquella visión le dejó convencido de que la cumbre ocultaba algún tesoro, pues según los criterios de la antigua mitología china, "las aves fénix sólo se posan sobre sitios donde yacen tesoros".
Después de buscar con esmero en la cumbre, Bian He encontró un gran pedazo de jade. Lo llevó con orgullo al rey Li del estado Chu. Pero cuando el monarca llamó a un joyero para verificar la autenticidad del jade, el experto lo juzgó como piedra sin valor. El enojado monarca ordenó entonces cortar el pie izquierdo a Bian, en castigo por su engaño.

Luego que el rey Wu heredara el trono, Bian He intentó una vez más ofrecer su tesoro al nuevo soberano, pero con el mismo resultado: perdió el pie derecho.

Más tarde, cuando el rey Wen subió al poder, Bian He tomó su tesoro, vino a la puerta del palacio y permaneció llorando amargamente durante siete días y noches. El rey Wen envió finalmente a sus cortesanos a preguntar a Bian por qué se afligía tanto por su suerte, teniendo en cuenta que la amputación de los pies era considerada un castigo ligero en aquella época. Bian contestó que no se sentía triste por la pérdida de sus pies, sino porque el regalo precioso que él había entregado a su rey había sido tomado una vulgar piedra, y que él, hombre leal, había quedado como un charlatán.
El rey Wen ordenó abrir la piedra, que dejó al descubierto el jade que llevaba dentro.
 En honor al empeño de Bian He, la piedra recibió el nombre de Jade He.

 
 
dragón de jade - dinastia Shang-yin



Transcurrido más de un milenio luego del sacrificio de Bian He, el jade continuaba siendo símbolo del poder supremo en China. Como tal lo enarbolaron el primer emperador de la dinastía Qin, el emperador Gaozu, llamado Liu Bang, de la dinastía Han, el emperador Yang de la dinastía Sui y el emperador Taizong, llamado Li Shimin, de la dinastía Tang.


Después de la unificación de China, el primer emperador de Qin ordenó a sus artesanos labrar en el Jade He un sello que incluyera los ocho caracteres que declaraban a su dueño como poseedor del "mandato del cielo, la longevidad y la prosperidad eterna", es decir, el poder imperial absoluto. La convicción de que el sello representaba el mandato del cielo, y que su poseedor era el hijo mandatario del cielo, fue mantenida con éxito durante siete dinastías.



El sello olímpico de Beijing o Sello Chino,
uno de los emblemas de los Juegos del 2008,
 

Además de considerarse símbolo del poder absoluto, y compuesto de las esencias del cielo y la tierra, el jade servía como medio de comunicación entre brujos y dioses.
A este tenor, cada emperador subía al trono acompañado por un ritual denominado "Cartas para el dragón". Para cumplirlo, el nuevo gobernante subía a la cumbre de una montaña bien conocida y lanzaba hacia abajo las cartas selladas con jade, para notificar a los dioses de la montaña de su sucesión.
Cuando el emperador caía enfermo, su brujo iba a la montaña y echaba las cartas de jade en la gruta, rezando a los dioses para que el soberano se recuperara.
 Este ritual ha sido confirmado en años recientes por el descubrimiento de dos cartas de jade al pie de la montaña Huashan, usadas en el Período de los Estados Combatientes (475-221 a.n.e), y en ambos caras, hay escritas oraciones para la recuperación del emperador enfermo de Qin.

El uso de esta pieza de jade, a la cual se atribuía la capacidad de exorcizar a los espíritus malvados, ha sido confirmado con el descubrimiento del cong -- un prisma perforado con un agujero redondo - en el cual hay pinturas exageradas de brujos y animales.
Este objeto precioso también se usaba en los rituales fúnebres, pues era considerado efectivo para evitar que los cadáveres se pudrieran.
Los vestidos de jade cosidos con hilos de oro, y exhumados en excavaciones de tumbas, atestiguan esta creencia.


En tiempos pasados, los ornamentos y joyas de jade denotaban la categoría y posición social. Las mujeres de procedencia noble, según lo descrito en las poesías clásicas, solían llevar joyas de jade que sacudían melodiosamente mientras caminaban. Pero el jade tenía una función más importante que la meramente decorativa.
Se consideraba que existía una especie de simbiosis curativa entre un ornamento de jade y su portador. Se pensaba que cuando un adorno de jade se llevaba puesto sobre el cuerpo, el espíritu inmanente de la piedra se unía al flujo de la energía qi de su portador.
Por tanto, el uso del jade era una recomendación inmediata para todo aquel que manifestara un aspecto exterior enfermizo.




Los chinos de antaño también usaron el jade como muestra de cultivación moral, como se desprende del refrán "un hombre virtuoso no quita el jade de su cuerpo sin una buena razón". Confucio equiparó las virtudes humanas con el jade, al afirmar que la suavidad, la dureza y la diversidad de colores y la transparencia del jade corresponden a la benevolencia, la honradez, el ingenio y la fidelidad.

Al referirse figurativamente al jade, éste se asocia a menudo a virtudes femeninas como la pureza y la castidad, describiendo a la mujer ideal "pura como jade y transparente como hielo".







extractado de
http://www.chinatoday.com.cn/hoy/2006n/s2006n3/p54.htm

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