UN MITO TEHUELCHE DE LA CREACIÓN
"En tiempos muy, muy lejanos, tantos que no se pueden ni medir ni contar, en el mundo sólo existían dos cosas: Kóoch, que siempre estuvo, y una oscuridad total y densa que no dejaba que las cosas fueran
Y tanto tiempo pasó Kóoch en esas tinieblas insondables, silenciosas y absorbentes,
y eran tales su soledad y su pena, que una vez empezó a llorar.
Lloraba con un llanto profundo, sincero, e interminable,
y tanto y tanto lloró que sus lágrimas formaron el Arrok,
el mar amargo de las tormentas y de las desazones
Pero luego, aún en medio de la impenetrable negrura y soledad de su existencia,
pudo advertir el constante crecer del agua vertida por sus ojos,
y entonces suspiró, creando asi a Xóchem, el viento,
que inmediatamente empezó a correr, alocado, arrastrando consigo las tinieblas
y preparando el camino para la llegada de la luz
Así fue como apareció la claridad,
que restauró en Kóoch la alegría y lo alentó a seguir creando"
Los Tehuelches, patagones o aonikenk (del mapundungun: chewel che "gente bravía", o tal vez de una de las etnias tehuelches llamada teushen más la palabra mapuche che, "gente, pueblo" es el nombre genérico dado a un conjunto de etnias amerindias de la Patagonia y la región Pampeana en América del Sur, que compartían varios rasgos culturales, aunque estaban divididos en varios grupos que hablaban lenguas diferentes, algunas de las cuales estaban emparentadas entre sí. Este conjunto de etnias suele denominarse Complejo tehuelche.
En la actualidad el término tehuelche referencia a los supervivientes de la rama continental austral del grupo, autodenominados aonek'enk, centrados en las provincias de Santa Cruz y del Chubut en la Argentina. Su situación en Chile es de completa extinción, donde fueron vistos por última vez alrededor de 1927, se cree que con destino a la reserva de Camusu Aike.
fuente Wikipedia
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