Se consideran obras maestras del arte de la joyería; son
los 69 huevos imperiales de Fabergé; 69 joyas creadas por Carl Faberge y sus
artesanos entre los años 1885 y 1917 para los zares de Rusia y otros
nobles
Realizados en oro y piedras preciosas, su precio en el mercado actual de antigüedades es de varios millones de dólares
Todo comenzó en 1885, cuando Alejandro III encargó un huevo de
Pascua para su esposa, la emperatriz María Fyodorevna. El huevo recordaba a la
patria de la emperatriz, Dinamarca, y tanto agradó a la zarina que el zar ordenó
que a partir de entonces Peter Carl Gustavovich Fabergé
fabricara un huevo de Pascua cada año para la zarina, estipulando solamente que
el huevo fuese único y que encerrase una sorpresa.
HUEVO DEL DECIMOQUINTO ANIVERSARIO |de la
coronación En 1911, la zarina Alexandra recibió este huevo, en el que se habían pintado 16 exquisitas miniaturas , cada una de ellas representando momentos históricos del mandato de su marido Nicolás. Las miniaturas están pintadas sobre un fondo de esmalte blanco, dividido en varios pequeños paneles separadas por hojas de laurel de esmalte verde. Cada uno de los pequeños retratos está rodeado de una corona de diamantes. |
Así fue como el joyero y su equipo de orfebres y artesanos
diseñaron y confeccionaron huevos de Pascua durante once años más para Alejandro
III de Rusia hasta que este falleció, continuando su hijo Nicolás II con la
tradición.
Estos proyectos se convirtieron en prioridad absoluta de la
compañía Fabergé y fueron trabajados con un año o más de antelación: la sorpresa
que contenía el huevo se mantenía siempre en riguroso
secreto.
HUEVO DE LOS LIRIOS DEL VALLE
| Regalado a la zarina Alexandra en la Pascua de 1898.
Es un huevo de esmalte de color salmón rosado tachonado con perlas y diamantes
que imitan a los lirios de las flores del valle.
Al presionar sobre una de las perlas de un lateral, se acciona un
mecanismo que deja ver en la parte superior del huevo tres retratos en miniatura
(detalle en la foto), pintados al óleo, del zar y sus dos hijas mayores, Olga y
Tatiana.
La temática del diseño de estos huevos de Pascua es muy variada
; desde acontecimientos de la corte del zar , hasta hechos históricos o
aniversarios importantes, incluyendo precisas réplicas en miniatura del yate, la
carroza imperial, palacios o diversos estilos artísticos
HUEVO DEL CUCO | Fabricado en 1890, hoy en día se calcula que vale entre cinco y
siete millones de dólares. El huevo, de estilo barroco, está decorado con
esmalte violeta y tiene un reloj de mesa en el frontal. Al presionar un pequeño
botón de oro en la parte superior del huevo sale un cuco que mueve sus
alas
De los 69 huevos que hizo en total la Casa Fabergé se conservan
61. Se conocen cincuenta y dos huevos imperiales, cuarenta y cuatro de los
cuales se han localizado hoy, entre ellos los dos últimos de 1917 que nunca
fueron entregados ni terminados a causa de la Revolución rusa, destacando el
Huevo de la constelación del Zarevich.
Los restantes 8 huevos imperiales se consideran perdidos o
desaparecidos; dos se conocen solamente por haber sido fotografiados en primer
plano, otros tres se han descubierto en 2007, dos de ellos en una foto tomada a
una vitrina de la zarina Maria Fyodorevna, donde aparece el tercer huevo
imperial y el huevo con querubín y carruaje, este último quedó reflejado en el
cristal de la misma, en cuanto al huevo del neceser figura en una fotografía de
la joyería Wartski, Londres, en la parte inferior de una vitrina. No se tiene
ningún documento visual de los otros tres.
Otros huevos de Pascua fueron encargados por personajes de la
época Sin embargo, la colección imperial de huevos de Pascua encargada por los
dos últimos zares rusos es la más famosa, y tal vez la de mayor belleza.
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