viernes, 9 de noviembre de 2012

LA MUERTE Y LOS MAYAS



Para los antiguos mayas la muerte significaba transformacion y renacimiento; puesto que para ellos la vida era un tiempo sin fin
Tenian el concepto de que en el interior de cada ser humano moraba un "corazon sagrado" (¿alma?), el cual, a la muerte de su portador,  se dividía en diversas partes, una de las cuales se reintegraba en los demas seres vivos en un constante renacer
Consideraban al inframundo como Útero de Vida , ya que alli nace y retorna  todo  Transitar al centro de la tierra significaba para ellos  retornar.

Palenque - Chiapas - Templo de la calavera
 relieve de estuco en forma de calavera; consiste en  una calavera de conejo, a la cual el templo debe su nombre.

 

En una interesante nota de CNNMéxico :
  http://mexico.cnn.com/salud/2012/10/31/la-concepcion-maya-de-la-muerte)  se cita el testimonio de Vera Tiesler, experta en ritos funerarios mayas e  investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán; ella dice:

“Para los mayas la vida y la muerte son complementos indispensables (...) la muerte no era un destino final, sino que tenían  la noción del devenir constante, por ello, hay fases de destrucción y fases de creación”.
"La vida cíclica de los mayas existe en un espacio cósmico sostenido por las ramas, tronco y raíces de una monumental ceiba o árbol sagrado, considerado por esta cultura el eje del mundo"

Por su parte Roberto Martínez González, investigador del UNAM  y autor de  "Las entidades anímicas en el pensamiento maya", afirma que ese  "corazón sagrado" contiene emociones, entendimiento, estados de ánimo, valores personales, memoria y voluntad. Estos componentes anímicos son independientes del cuerpo, no son cuantificables y se localizan en el cuerpo entero y en el aliento.
"El corazón no es un elemento unitario, sino un flujo anímico capaz de difundirse por diversas partes del cuerpo".
"En la muerte, algunos de estos componentes anímicos se destruyen con el cuerpo, algunos regresan el día de los fieles difuntos y otros más viajan al inframundo junto con el cuerpo físico, donde son limpiados de toda transgresión e historia personal y reinsertados en un elemento o individuo diferente para el inicio de una nueva vida." continua describiendo  Martínez González, (Premio de Investigación 2011 en Ciencias Sociales, de la Academia Mexicana de Ciencias.)
 
También Roberto Romero Sandoval, investigador del Centro de Estudios Mayas de la UNAM, explica que para los mayas, “la muerte no significa la aniquilación”.

“En la cultura maya el hombre se concibe como  una naturaleza dual, es decir, la unión del cuerpo y la identidad anímica, que se separan en el momento de la muerte para habitar en los sitios del cosmos, entre ellos el inframundo, llamado Xibalbá, que se traduce como ‘el lugar donde se desvanecen’”, explica  Sandoval.
"El cielo es concebido como una pirámide de 13 niveles, la tierra como una plancha cuadrangular y el inframundo como una pirámide invertida de nueve cuerpos",
"El cielo está destinado para los que morían en la guerra y en el sacrificio y, posiblemente, a las mujeres que morían en el parto. Otro espacio era una especie de paraíso terrenal, un lugar donde había abundancia de comida y bebida, y en el centro estaba una ceiba", explica.
 
La ceiba es el puente de comunicación entre tres niveles de existencia: cielo, tierra e inframundo.

"El Popol Vuh o libro sagrado de los mayas, describe el descenso al inframundo como un camino de pruebas a sortear", indica Romero Sandoval. "Para llegar ahí, es necesario bajar por unas escaleras muy inclinadas, atravesar ríos rápidos, de sangre y de agua, y pasar por unos jícaros espinosos...
Atravesar el agua representa la destrucción, retorno a un estado original y renacimiento.

Bajar al inframundo significa adquirir conocimiento, porque el inframundo un lugar fértil y acuático. Lo sacerdotes y chamanes llegaban al inframundo a través de los ríos, los ojos de agua, los cenotes, cuevas rocosas, cavernas y volcanes," _precisa Romero Sandoval.

"En el último nivel del inframundo el cuerpo se desvanece y se convierte en esqueleto. Uno se vuelve como el señor del Xibalbá, como el Dios de la Muerte. El Dios de la Muerte tiene rasgos vitales, si bien es un esqueleto, tiene ojos, por lo que puede ver, conoce el mundo que habita". "Contrario a los cristianos, para los mayas, lo sagrado está en interior de la tierra, donde surge la vida, y no en el cielo."
 
Calaveras modeladas en el Templo Mayor
 
 
Los mayas creían que el día de su muerte estaba determinado por los dioses del Xibalbá o inframundo. Los entierros eran una forma de honrar a la tierra y llevar al difunto al inframundo, para que regresará con los dioses que le dieron vida

"Para los mayas, los huesos tenían un significado muy particular: simbolizan firmeza, fuerza y origen, dice Romero Sandoval, por ello, los antiguos mayas realizaron diversos rituales en torno a la muerte. Uno de estos rituales, que todavía se realizar en algunas poblaciones,(...)   es exhumar el cadáver, limpiar los huesos de sus antepasados y colocarles polvo de cinabrio. El cinabrio es un mineral hallado en la tierra que los mayas utilizan como colorante rojo. Este color representa el renacimiento, ya que se le relaciona con el Este, el lugar por donde nace el sol. Este ritual representa "la vida en el más allá, o sea, la inmortalidad”, señala


 
 
 
 
 
 
 
 
 
http://www.iifl.unam.mx/html-docs/cult-maya/robertomar.pdf

 

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