Cronistas y misioneros habían descripto a los indígenas Tehuelches como bestiales, infantiles, intelectualmente subdesarrollados. Entonces un marino y aristócrata inglés de 28 años inició una aventura en la que recorrió de sur a norte la Patagonia en una travesía que le llevaría a lo largo de 2.750 kilómetros en poco mas de un año y que le serviría para conocer y dar luego testimonio de la verdadera idiosincracia de esas tribus. No se acompañaba de tropas que lo protegieran, ni de criados que le sirvieran cargando pesados pertrechos, no llevaba catre para dormir, ni batería de cocina, ni tienda de campaña; solo él, su caballo, un par de boleadoras y una peculiar actitud de apertura a esas gentes nuevas y a ese mundo nuevo que intentaba conocer : "Armado así de credenciales, y pertrechado con una manta de piel de guanaco, un lazo y una boleadora, aproveché el ofrecimiento de un pasaje hasta el estrecho que me hizo un amigo que se dirigía a la costa occidental".
Así George Chaworth Musters inició su larga travesía por la Patagonia; viajó desde el extremo sur hasta el Río Negro con los Tehuelches. (desde Punta Arenas en Chile hasta Carmen de Patagones en Argentina) Involucrándose como un igual en la vida de la tribu. En Pavón se inició la parte más interesante del recorrido: acompañado por los caciques, sus familias y otros aborígenes de la parcialidad aóni-ken que hablaban el aóni-aish, lengua que sería entonces la aprendida por Musters.
La amistad entre ellos se fue incrementando y el marino inglés llegó a compartir sus toldos itinerantes Así remontaron el Río Chico de Santa Cruz y luego viajaron hacia el norte en un recorrido de aguada en aguada – que los tehuelches meridionales llamaban aiken – a corta distancia de la cordillera.( Por ese mismo recorrido, con diferencia de pocos kilómetros, pasa hoy la Ruta Nacional N° 40.) En la travesía pasaron por los lugares que actualmente ocupan las localidades de Perito Moreno, en la Provincia de Santa Cruz; Río Mayo, Río Senguerr, Tecka, laguna Esguel – al este de la actual Esquel, que lleva su nombre – y El Maitén, en la Provincia del Chubut; y Ñorquincó y Pilcaniyeu (lugar que citó con el nombre tehuelche de Geylum) en Río Negro; luego continuaron su camino hacia el este, por el trazado de la actual Ruta Nacional 22, por Maquinchao y Valcheta.
Cuando llegó al final de su travesía en Carmen de Patagones, George Chaworth Musters había conocido íntimamente los paisajes de la Patagonia, sus posibilidades económicas y por sobre todo las costumbres Tehuelches, incluyendo la caza de animales, los problemas que enfrentaba cada día la tribu, sus habitos, sus razgos culturales
El relato de este viaje está en un libro recientemente reeditado en Argentina (y que fuera editado por primera vez en Londres en 1871 con el nombre de: "En casa con los Patagones"). En las diversas ediciones en español aparece como "Vida entre los Patagones". En este libro quedaron plasmadas costumbres, curiosidades, rituales y un vocabulario tehuelche; además, información acerca de la geología, orografía, hidrografía, la fauna y la flora del interior, desconocidos hasta ese momento. En él Musters relata , con una mirada sensible sobre los pueblos originarios, su increíble travesía con ellos compartiendo sus toldos, sus comidas, sus cacerías, sus escaramuzas guerreras, en una experiencia inédita, en cuyo transcurso, fue considerado por los indios como un amigo o un hermano, retribuyéndoles el inglés el afecto y la estima que los indígenas le brindaron.
Gracias a él se conocieron testimonios de una manera de vivir y de sentir de un pueblo y una raza que había sido hasta el momento percibida como casi infrahumana
Muchas cosas se dijeron en su momento de este ingles, ya que se le atribuyó un trabajo de exploración para el Almirantazgo británico; sea como sea, nadie volvió a repetir voluntariamente esta larga convivencia con esa tribu indígena y es sólo a través de sus testimonios que se rescatan, en forma detallada, vivenciada, y respetuosa, las costumbres y cosmovisión de la etnia Tehuelche en un momento de la Argentina
Paradojicamente George Chaworth Musters, el aventurero, el primer hombre blanco que atravesó toda la Patagonia a caballo y exploró asimismo regiones de Canada, Chile y Bolivia, entre otras, saliendo indemne de peligrosas circunstancias, falleció en Londres 10 años después de su viaje patagónico, cuando se operó para extirparse un absceso.
La intervención quirúrgica causó su muerte en enero de 1879, a los 38 años de edad.
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Testimonio de Musters sobre el cacique Casimiro, padre de San Slick y Orkeke: "Mucho me impresionó el porte grave y solemne de éste. Ante su estatura de seis pies cabales y su proporcionada musculatura, nadie habría sospechado que el hombre había cumplido ya sus 60 años; y, cuando saltaba sobre su caballo en pelo, o dirigía la caza, desplegaba una agilidad y una resistencia iguales a la de cualquier otro más joven. Su abundante cabello negro estaba levemente veteado de gris, y sus ojos brillantes e inteligentes, su nariz aguileña y sus labios delgados y firmes eran muy diferentes de lo que, según la idea corriente, son las facciones patagónicas; una frente achatada afeaba un poco la expresión de su rostro, que, sin embargo, era seria y meditativa, y a veces notablemente intelectual... "
imagenes: 1) Caceria de pumas - dibujo de George Ch.Musters
2) Campamento en Sierra de la Ventana (fragmento) dibujo de George Ch.Musters
3) Cruce del Río Limay (fragmento) dibujo de George Ch. Musters
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