El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colon desembarcó en territorio americano sin tener la menor idea de donde estaba; había ´partido hacia las tierras del gran Kan (la China) y confiaba en haber llegado allí aunque se asombraba de no toparse con sus orientales habitantes, sino con gente “muy bella y pacífica” Entonces, con la misma impudicia con que hoy se apodera en todo el mundo de las vidas y de los bienes de las gentes, a través de los bancos y los planes de ajuste; el sistema se sintió con derecho a apropiarse de estas tierras y de sus habitantes, sobre los que decía el almirante: “Son la mejor gente del mundo y sobre todo la más amable, no conocen el mal –nunca matan ni roban-, aman a sus vecinos como a ellos mismos y tienen la manera más dulce de hablar del mundo, siempre riendo. Serían buenos sirvientes, con cincuenta hombres podríamos dominarlos y obligarlos a hacer lo que quisiéramos”.(…)
Así se inicia el largo proceso de genocidio y destrucción de las identidades de los pueblos originarios; proceso que puede simbolizarse en el siguiente canto recopilado por Miguel Ángel Asturias en su volumen de Poesía Precolombina:
Y TODO FUE DESTRUIDO
...Todo esto paso con nosotros
Nosotros lo vimos
Con suerte lamentosa nos vimos angustiados
En los caminos yacen dardos rotos,
los cabellos están esparcidos
Destechadas están las casas,
enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas,
y en las paredes están salpicados los sesos
Rojas están las aguas, están como teñidas,
y cuando las bebimos ,es como si hubiéramos bebido
agua de salitre
Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,
y era nuestra herencia una red de agujeros
En los escudos fue su resguardo:
¡pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad!
Hemos comido palos de eritrina,
hemos masticado grama salitrosa,
piedras de adobe, ratones, tierra en polvo, gusanos
Todo esto pasó con nosotros
Canto final de "Poesía Precolombina"(selección de Miguel Angel Asturias) Compañia General Fabril Editora-
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