Hojas-flores ; flores-hojas irradiando en llamaradas de color esa energía desgarrada que era parte de la vida misma de Séraphine....
...los amarillos, los rojos, los naranjas, nos hablan de una mujer que nada sabía de la armonía clásica y serena de las obras del mundo consagrado; sino, por el contrario, tenía una tremenda sed de expresión...
...un impulso casi salvaje para dar a luz ese universo propio, tan desesperadamente necesitado de volcarse hacia afuera, de salir y liberarse de las ataduras que le impiden florecer......
...porque ésta parece ser la búsqueda de Seraphine : florecer, emerger hacia la luz como esas formas vegetales que fueron el motivo casi único de sus cuadros. Podríamos decir que ella hablaba con la naturaleza, su mundo estaba poblado de sensaciones, olores, colores; visiones que buscaba ávidamente plasmar en formas
Fue una mujer que siempre estuvo sola; sola consigo misma y con ese poderoso impulso interior que la llevó a abrirse paso por sí misma en el campo de la expresión artística; sola, sin maestros, sin escuelas, Séraphine consiguió desarrollar un estilo propio, como una expresión casi visionaria de la realidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario