LA DANZA DEL DRAGÓN

En China, la antiquísima danza ritual del dragón celebraba el despertar de la tierra que se preparaba para su  fecundación en  la siembra. Según la leyenda, el dragón permanecía bajo la tierra, dormido, durante los fríos del invierno; pero al llegar las primeras lluvias de la primavera, él despertaba en un augurio de fertilidad para la cosecha

En esa  antigua "Danza del Dragón" tomaban parte  varios  danzantes cada uno de los cuales empuñaba una vara de cuyo extremo pendía un farol. El mas alto de los bailarines representaba la cabeza y los demás, las vértebras, hasta desembocar en el mas pequeño: la cola; de modo tal que la ondulante marcha encolumnada de los bailarines bajando y subiendo sus faroles, evocaba la sinuosa figura de un dragón avanzando en medio de la noche.
 Esta tradición del dragón aún perdura en la cultura China del siglo XXI. Así ahora son nueve los danzarines que ejecutan la danza. La cabeza (ahora de papel maché) del dragón, la sujeta el primer bailarín, mientras los restantes sujetan cada una de las siete vértebras de bambú y la cola. Todo el conjunto está revestido por una larga tela con escamas estampadas; los bailarines -todos alumnos de las escuelas de Artes Marciales internos- mueven el conjunto de tal modo que imitan los fluidos movimientos del dragón y lo desplazan enroscándolo, haciéndole subir y bajar y formar espirales. Este avance ondulante y fluido es una manera de evocar las aguas, de las que el dragón es el genio protector. Él  avanza persiguiendo la perla de fuego que cuelga de un palo y lleva otro bailarín , frente a él . Esta perla, símbolo de la sabiduría y la búsqueda de la perfección y lo espiritual,  es por último alcanzada por el dragón quien la atrapa en su boca y la custodia como a un tesoro ya que la perla le da el poder mágico para ascender a los cielos.

La "Danza del Dragón" se baila durante el Año Nuevo Chino (Año Nuevo Lunar o Festival de la Primavera) que comienza el primer día de la segunda luna nueva pasado el solsticio de invierno



                                                                   foto : Puri