LAS ESTRELLAS: ANTEPASADOS DE LOS MAPUCHES





El Rey Azul, nuestro padre del Cielo, siempre tuvo a su lado buenos espíritus, con un aspecto algo distinto de Él : semejaban sombras claras

Estos espíritus, viendo a la Tierra vacía después de creada, le pidieron al Grande que les dejara poblarla

El Grande los autorizó a bajar a la Tierra y los espíritus amasaron innumerables formas; del material de las nubes hicieron gente de píel blanca, pero no tenían sexo.

Los espíritus le pidieron ayuda al Padre, quien hizo de sus gentes, parejas

Los untó con saliva y los sopló con su aliento poderoso como el viento.

Como estaban destinados a la Tierra, no podían quedarse en el Cielo

Los nuevos seres lloraron, tenían miedo.

Pero los espíritus los confortaron: -Es sólo por poco tiempo, apenas hayan poblado la Tierra, ustedes volverán aquí arriba. No pierdan de vista jamás al Sol cuando se levanta y se acuesta. Si necesitan ayuda, griten. Nosotros los oiremos...,y cuando vuelvan al Cielo brillarán aquí arriba y sus hijos serán guías en la noche. No tengan miedo, el Grande no los abandonará.

Y los empujaron hacia la Tierra. Como el Sol ardía sus cuerpos se volvieron  oscuros, (sus descendientes también nacen oscuros) para que siempre recordaran de dónde provenían.

Bajaron del Cielo con el mapudungun, que es el idioma que se habla allí arriba

Después del descenso bajó también el Grande del Cielo para hacer de maestro,

y cuando hubo pasado para los primeros hombres su período terrestre, murieron

Estos antepasados, que conocían el lenguaje de los animales, los árboles, el viento y las aguas, tenían ya casi doscientos años, y algunos de ellos muchos mas.

Morían en paz, con plena confianza en la promesa recibida.

Desde entonces brillan en el cielo nocturno, pero también están durante el día, sólo que no se los puede distinguir porque el Sol nos ciega.

Así las estrellas son los antepasados de los mapuches

(...)

texto : fragmentos de "Cuentan los araucanos" de Bertha Koessler-Ilg

Imagen : rostro de  "rewe" tallado en madera  ( imagen sagrada a la que la machi dirige sus plegarias durante la ceremonia del Nguillatún  )